Es la danza
folclórica nacional chilena por excelencia, por que como ninguna otra, ha
alcanzado una dispersión tan amplia en todas las regiones del país, una
práctica tan difundida entre personas de diferentes edades y condiciones, una
significación tan representativamente histórica y, además, porque no obstante
estar su forma coreográfica estrictamente establecida, es la que ofrece más
posibilidades de riqueza emocional en su ejecución, que desarrollan una o más
parejas mixtas o independientes, con sus bailarines sueltos y con uso de
pañuelo.